Leyenda


Abel y Caín se encontraron después de la muerte de Abel.
Caminaban por el desierto y se reconocieron desde lejos,
porque los dos eran muy altos.
Los hermanos se sentaron en la tierra, hicieron un fuego y comieron.


Guardaban silencio, a la manera de la gente cansada
cuando declina el día.



En el cielo asomaba alguna estrella, que aún no había recibido su nombre.
A la luz de las llamas, Caín advirtió en la frente de Abel
la marca de la piedra y dejó caer el pan que estaba por llevarse a la boca y
pidió que le fuera perdonado su crimen.

Abel contestó:
¿Tú me has matado o yo te he matado? Ya no recuerdo, aquí
estamos juntos como antes.

Ahora sé que en verdad me has perdonado - dijo Caín - porque olvidar es perdonar.
Yo trataré también de olvidar.

Abel dijo despacio:
Así es. Mientras dura el remordimiento dura la culpa

    Leyenda
Jorge Luis Borges

Publicado en Elogio de la sombra

La casa de huéspedes


Este ser humano es una casa de huéspedes.
Cada mañana hay recién llegados:

Una alegría, una depresión, una mezquindad.
Cierta percepción momentánea constituye
un visitante inesperado.


¡Acógelos y atiéndelos a todos!
Aunque se trate de una multitud de penas
Que arrasen violentamente
Todos los muebles de tu casa,
Aún así, trátalos a todos con respeto.
Puede que te estén aclarando el horizonte
Para un nuevo deleite.


A los pensamientos escabrosos, a la vergüenza, a la malicia,
Recíbelos a todos con risas en la puerta
E invítalos a pasar. 





     
      Da gracias por quienquiera 
                                  que llegue

Porque todos han sido enviados
        De allende, como guías.




                          Jelaluddin Rumi
                             1207 - 1273

Otro cielo

No existe esponja para lavar el cielo
pero aunque pudieras enjabonarlo
y luego echarle baldes y baldes de mar
y colgarlo al sol para que se seque
siempre faltaría el pájaro en silencio

no existen métodos para tocar el cielo
pero aunque te estiraras como una palma
y lograras rozarlo en tus delirios
y supieras al fin como es al tacto
siempre te faltaría la nube de algodón



no existe un puente para cruzar el cielo
pero aunque consiguieras llegar a la otra orilla
a fuerza de memoria y pronósticos
y comprobaras que no es tan difícil
siempre te faltaría el pino del crepúsculo

eso es porque se trata de un cielo que no es tuyo
aunque sea impetuoso y desgarrado
en cambio cuando llegue al que te pertenece
no lo querrás lavar ni tocar ni cruzar
pero estarán el pájaro y la nube y el pino.

                                               Mario Benedetti


No te detengas


No dejes que termine el día sin haber crecido un poco,
sin haber sido feliz, sin haber aumentado tus sueños.


No te dejes vencer por el desaliento.
No permitas que nadie te quite el derecho a expresarte,
que es casi un deber.




No abandones las ansias de hacer de tu vida algo extraordinario.

No dejes de creer que las palabras y las poesías
sí pueden cambiar el mundo.

Pase lo que pase nuestra esencia está intacta.